“Es muy importante lo que sucede en Paraguay en contra de la corrupción”

En una visita relámpago al Paraguay, el viernes, luego de estar en el Brasil, Kimberly Breier secretaria adjunta de Estado para el Hemisferio Occidental de la Administración de Donald Trump, al participar de un acto en la residencia del embajador Lee McClenny, donde fueron distinguidas la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, y la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, resaltó la posición asumida por el Gobierno de Mario Abdo Benítez sobre la justicia y la corrupción, “caiga quien caiga”.

Valoró las señales de cambio que se están dando en el Paraguay contra la corrupción que, entre otros aspectos, “es corrosiva para la economía de un país”, y reconoció que una vía para garantizar que este proceso persevere es la construcción de institucionalidad y confianza.

–Su reconocimiento al esfuerzo del actual Gobierno con respecto a la lucha contra la impunidad y el crimen organizado. ¿Qué plantearía para que no se interrumpa este proceso y no quede solo en una acción efectista del primer año de cualquier gobierno?

–Quiero empezar diciendo que este es uno de mis primeros viajes como secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental y que hay un entendimiento en Washington de que el Gobierno (de Paraguay) está haciendo un esfuerzo muy importante aquí. Quería venir. Había prometido al embajador (McClenny) que mi viaje al Paraguay sería uno de los primeros como secretaria adjunta.

Un tema que está bajo lo que usted plantea es la lucha contra la corrupción. Algo que vemos en toda la región.

Pero lo que está pasando aquí en Paraguay es muy interesante. Como una persona llegando desde afuera, veo un esfuerzo muy importante del Gobierno y también un esfuerzo muy importante de la sociedad civil. Esto refleja una combinación de ambas partes para cambiar algo que está dentro del sistema. La Embajada está trabajando en eso todos los días, apoyando a los actores, a los grupos, enseñando e intercambiando información.

No se trata de decir al Paraguay qué debe hacer, pero sí podemos apoyar un esfuerzo doméstico para cambiar, y la razón es esta: el tema de la corrupción es casi corrosivo en la economía de un país. Es muy difícil atraer inversores del exterior si no hay un clima de reglas claras.

Entonces tomar responsabilidad al respecto es un esfuerzo muy importante de medio y largo plazo para el Gobierno y la sociedad civil. Estoy muy impresionada con ambos sectores, según lo que he visto. Es un esfuerzo unido y real para cambiar el sistema

–Aquí se tiene la impresión de que la sociedad civil es débil, que no acompaña con toda la fuerza que tiene los cambios que faltan. ¿Cuánto más debe hacer un gobierno para que se gane la confianza de los ciudadanos hacia las trasformaciones estructurales?

–Es muy difícil decirlo. En cada país es una situación distinta. Pero lo que veo en la región es que hay ciertas sociedades que llegan a ese momento cuando se dan cuenta de que están bien, y que es necesario tomar el riesgo de hablar, de llamar a las cosas por su nombre y decir lo que está pasando. Eso es lo que yo veo que está sucediendo en Paraguay.

–Recientemente un senador, presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, desacreditó la labor de una fiscala y consideró una injusticia el proceso que se le sigue a un diputado sospechado de narcotráfico. ¿Es factible un proceso de cambios cuando no todas las autoridades acompañan esto?

–No puedo comentar sobre algo particular así. No puedo entrar en esto, no es mi función. Pero sociedad civil y Gobierno deben trabajar juntos, hallar un entendimiento común en esto. Es algo necesario y es importante destacar que está pasando en toda la región. El año pasado tuvimos la Cumbre de la OEA en Lima, y era sobre la lucha anticorrupción. Es decir, este es un asunto que se está abordando en toda la región y es muy importante para que los gobiernos puedan demostrar resultados a la gente y decir: “estamos gobernando bien”.

Soy muy optimista, porque veo que en América del Sur hay una voluntad de cambiar el sistema, de trabajar en este tema (de la corrupción) y hablar de lo que antes estaba en la sombra. Los gobiernos están trabajando de manera correcta, no puedo comentar un caso específico, pero en general los pasos están en la dirección correcta.

–Desde que Paraguay inició el proceso de democratización, recibió apoyo de Estados Unidos, otros países y de organismos internacionales para ocuparse de la corrupción. Aun así, la reducción de esta es muy lenta. ¿De qué manera, a 30 años de democracia, puede acelerarse este proceso?

–Mi reflexión es que es muy difícil imponer algo desde afuera. Tiene que ser como sui géneris, empezar desde la sociedad. Yo veo que en Paraguay hay una sociedad que está diciendo: “Hemos llegado al momento, y vamos a cambiar como hacemos las cosas”. No sé cómo acelerar eso, pero creo que los medios de comunicación que tenemos ahora permiten que la información circule de una manera más rápida y quizá esto contribuya a que los cambios vayan a darse más rápidamente.

–Hace unos meses asistimos a situaciones que no habíamos visto antes en el país: El arresto de políticos poderosos, intocables, involucrados en hechos de corrupción, y la mirada ciudadana puesta hacia el Poder Judicial. ¿Cómo evitar que no sean solo acciones aisladas?

–La respuesta es: con instituciones. Crear capacidad institucional que siga cuando los gobiernos cambian.

Es un proceso de construcción de instituciones. Es lo que se está haciendo en otros países y en Estados Unidos también. Es un proceso de construcción de confianza y depende del apoyo del pueblo que decide que ya es el momento.

–El Paraguay está entre los países de mayor tráfico de drogas, lavado de activos provenientes de actividades ilícitas y hasta se dice que desde zonas como la Triple Frontera se estaría financiado al grupo terrorista Hezbolá. ¿Cómo ven lo que se está haciendo al respecto?

–Paraguay ha sido siempre un socio muy importante en la lucha contra el terrorismo específicamente. En el tema de la Triple Frontera, hemos tenido una colaboración por muchos años, así como en el combate al tráfico de drogas. Es una colaboración muy importante para nosotros y hay la oportunidad de profundizar la relación y hacer más.

El tema de la Triple Frontera es importante para los Estados Unidos en términos de la situación global, de Hezbolá y la estrategia que tiene la administración Trump sobre Irán. Yo diría que lo que está haciendo el Gobierno paraguayo es una colaboración muy fuerte para nosotros y estamos buscando las maneras de profundizarla. En el pasado había estructuras de trabajo entre los tres países y los Estados Unidos, y podría ser que en el futuro creemos otro mecanismo, pero obviamente es un tema de los tres países. En mi visita al Brasil hablamos de ello también, y la Argentina ha sido un socio muy importante en el mismo sentido.

Fonte – Amambay570