Un total de 2.194 postulantes a las becas de grado de Itaipú superaron las pruebas escritas para poder recibir a los evaluadores en sus viviendas, quienes tuvieron la última palabra, y excluyeron a casi 200.
Las sospechas de corrupción son varias. Los jóvenes excluidos formaron un grupo de wasap “#becasparatodos”, en donde cada uno fue exponiendo su caso, y las precariedades socioeconómicas familiares que afrontan. Patricia López Gauto, de Coronel Oviedo, por ejemplo no recibió visita alguna y fue descalificada sin evaluación socioeconómica.
Luz Alejandra Gavilán es una persona con discapacidad, su tía dice que le mintieron. La evaluadora Ana Cabrera le dijo que ella ingresaría pero no figura en la lista.
La realidad socioeconómica de los jóvenes está a la vista (fotos), y se preguntan: ¿debemos vivir bajo un puente? Es el caso de Marcos Morínigo. Vive en alquiler. En la prueba escrita hizo 27 puntos (sobre 40) pero la evaluación socieconómica lo dejó fuera. Su vivienda es sumamente pequeña. “Me dijeron que eso me descontó muchos puntos, pero como si fuera a tener otra opción. Parece que quieren que vivas bajo un puente para darte la beca”, dijo.
Por su parte, Amy María Paz Aguilera hizo 26 puntos en las pruebas escritas y la evaluación socieconómica le cortó la posibilidad de seguir la carrera de Ingeniería Civil. “No sé si mi casa es la que me condena o cuál es el problema. Mi familia hace tiempo no pasa bien económicamente, con un ingreso familiar mensual de G. 2.000.000.
Por ello no entiendo el criterio de evaluación. Me pusieron 23 puntos (en la evaluación socioeconómica); si sacaba un punto más ya podría haber obtenido mi beca. Estoy rebajoneada y ahora no sé qué hacer”.
Algo no está bien
Todos coinciden en que los evaluadores iban marcando las casillas con lápiz de papel y luego les hacían firmar a sus padres el acta con bolígrafo. ¿Por qué la evaluación socioeconómica se hizo con lápiz de papel? Trasladamos esa consulta a las autoridades de Itaipú, teniendo en cuenta que Paraguay está primero en corrupción y un manejo tan desprolijo de este tipo solo puede generar desconfianza. No obtuvimos respuesta hasta el cierre de nuestra edición.
Los jóvenes aún tienen esperanzas en el presidente María Abdo y esperan que se verifiquen los “criterios”, porque, así como están dadas las circunstancias, este proceso tiene un fuerte tufo a corrupción.
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